Los simuladores deportivos nacieron hace casi cincuenta años con el objetivo de facilitar la práctica deportiva y ser una alternativa para cuando el mal clima o alguna otra circunstancia no te permitiera practicar de forma tradicional.
Con el paso del tiempo y los avances de la tecnología, los simuladores se convirtieron también en una gran opción para todas aquellas personas que estuvieran interesadas en aprender el deporte desde cero, o que ya supieran jugar y buscaran complementar sus sesiones de entrenamiento mediante la aplicación de metodologías innovadoras y divertidas.
Aquí un artículo que habla sobre el origen de los simuladores deportivos y su impacto en el país: El origen de los simuladores de golf y el impacto que han tenido en México (posta.com.mx)
Actualmente los simuladores forman parte de una industria en franco crecimiento, sobre todo en México y LATAM. Sin embargo, el verdadero cambio comenzó a darse en Corea del Sur, con la empresa pionera y líder en la industria del entretenimiento deportivo: Golfzon.
Sus simuladores de golf fueron lanzados al mercado en el año 2000.
Su objetivo era rediseñar la cultura de este deporte y ofrecer una forma accesible, divertida e innovadora de practicarlo.
En un espacio de tan solo 40m2, la tecnología de Golfzon te permite recorrer +200 campos y competir en grupos de hasta 6 personas. Cuentan con distintos modos de juego que se adaptan a los gustos, las necesidades y los intereses de todas las personas.
Son fáciles de usar; ideales para hombres y mujeres de cualquier edad.
Esto provocó que los simuladores no solo fueran una herramienta útil para golfistas y deportistas, sino también un medio de entretenimiento para todos.
Y lo mismo sucedió cuando Golfzon, con el objetivo de evolucionar el béisbol como deporte y acercarlo a cada vez más personas, lanzó al mercado sus simuladores Strikezon.
Una experiencia de estadio
A diferencia de las tradicionales jaulas de bateo, los simuladores de béisbol Strikezon no solo te lanzan la bola esperando a que conectes con ella. Cuentan con distintos modos de juego para que compitas en grupos de hasta 18 personas y juegues al béisbol de una manera inmersiva y divertida.
Sus cabinas cuidan el menor de los detalles para que sientas como si estuvieras jugando en un campo de verdad.
¿Cómo llegó esta tecnología a nuestro país?
La historia comienza en Corea del Sur, año 2015.
Un joven regiomontano de tan solo 21 años se encontraba en un viaje de estudios y fue con sus amigos a un golf bar… ahí conoció los simuladores Golfzon.
Quedó tan impresionado con esta tecnología, que no dejó aquello como una simple anécdota.
Se reunió con personal de Golfzon y regresó a México con la convicción de traer a LATAM los mejores simuladores deportivos del mundo.
La idea en un principio era solo distribuir estos simuladores mediante un showroom en donde las personas pudieran probarlos antes de comprarlos.
Sin embargo, pronto se dio cuenta de que era fundamental cambiar de raíz la imagen que algunos mexicanos tenían sobre el golf.
Creó conceptos de entretenimiento donde además de jugar golf pueden disfrutar de una experiencia completa, con deportes en vivo, gastronomía, mixología y mucho más.
Mulligan’s y Golf Station son los nombres de estos lugares que han logrado acercar el golf a todos los mexicanos.
Y el modelo de éxito obtenido con el golf a través de estos conceptos, lo replicaron en el béisbol, mediante Batbox y Batbox USA.
Llegando incluso a estadios de la MLB y despertando el interés de monstruos del entretenimiento, que han decidido invertir en simuladores deportivos para sumarse al futuro del entretenimiento.
José Daniel Vargas Elizondo fue el joven que hizo posible todo esto a través de SIMCo: empresa holding de Mulligan’s, Batbox y Golf Station.